Es importante tener claras las siguientes opiniones al respecto de la riqueza y prosperidad:
1. No hay nada malo en desear o tener riqueza.
Siempre y cuando se gane honestamente. Es honesto y honorable, cuando la riqueza no se busca a costa de los demás financiera, física o emocionalmente.
2. La riqueza y la prosperidad son tu herencia divina.
La Biblia está llena de promesas de prosperidad futura. Es el deseo de nuestro Creador para todos nosotros.
3. La pobreza NO es una virtud.
Las religiones del pasado han plantado semillas de culpa dentro de nuestra mente. Estas semillas crean conflictos en nuestras vidas. El resultado de este conflicto son pensamientos de auto-limitación y creencias que bloquean nuestros esfuerzos para alcanzar el éxito.
Estas auto-limitaciones fomentan una vida mediocre. La pobreza es una forma de infierno, que crea una incapacidad en los hombres para descubrir las grandes bondades que tiene Dios para nosotros.
Riqueza y Prosperidad vienen de Dios
Definición.
Las palabras Riqueza y Prosperidad comparten el significado de la abundancia y una gran disponibilidad. Tiene el significado de valor, de algo que tiene alta calidad. Incluyendo aquello que satisface, como el sabor de una taza de café.
Yo prefiero usar más la palabra Prosperidad, ya que implica crecimiento, mejoramiento, un más elevado estado del ser, y la vivencia de una vida plena. Cuando se experimenta la prosperidad, se experimenta la abundancia, la salud, la felicidad y la paz.
La Riqueza y la Prosperidad son tu derecho Divino.
La Biblia habla de la prosperidad, como el hijo de un padre rico. Todo lo bueno, toda la prosperidad proviene del Creador. Dios quiere la prosperidad y riqueza para sus hijos.
Dios, hablando a Moisés, dijo: «Recordad esto a los Hijos de Israel: que es Jehová, tu Dios, quien te da el poder para crear riqueza» (Deut.8: 18 ASV).
No eres de mucha ayuda para los demás y mucho menos para ti mismo si no buscas la prosperidad. Es normal querer una vida próspera y plena. Ya que no se puede vivir físicamente sin suficiente comida.
Se necesita ropa, un albergue limpio y seguro, y la capacidad financiera para tener un descanso y recreación.
Emocionalmente, no se puede vivir una vida satisfactoria creativamente si no eres próspero. Necesitas la capacidad para disfrutar de tus aficiones y pasiones: la música, libros y viajes.
Para vivir una vida plena espiritual, la riqueza o la prosperidad te permiten el tiempo, la capacidad y los medios para seguir tu camino espiritual.
Te da el tiempo necesario para la meditación, la oración, la iglesia, o para servir a los demás.
Es crucial para tu bienestar físico, emocional y espiritual, y para el desarrollo personal el buscar y alcanzar la prosperidad. No aceptes una vida de carencias, ya que esto es contrario a la voluntad de Dios para ti.
Haz de la Riqueza y la Prosperidad, tu intención.
Ten la intención de crear por ti mismo una vida de riqueza y prosperidad. Ya que de esta manera también estás creando experiencias de salud y felicidad.
Recuerda, que debes desear la prosperidad, ya que es tu derecho divino como hijo de un padre rico, un hijo de Dios.
Esta es la Gran verdad acerca de la riqueza y la prosperidad.
Por Paul LeMay