Aunque no lo crea el dinero puede comprar la felicidad. Lea estas 5 maneras en las que sí lo puede hacer.
Sólo en Amazon se pueden encontrar montones de libros con otra fórmula más, sobre cómo aumentar sus ingresos financieros.
Claramente, se puede ver que hay una gran demanda por este tipo de información, la prueba es que usted está leyendo esto en este momento.
Además, ¿quién rechazaría la posibilidad de obtener un poco más dinero en su vida?
Pero por otro lado, encontramos que muchas investigaciones serias alrededor del mundo han demostrado, que el nivel de ingresos tiene sorprendentemente, muy poca influencia sobre nuestra felicidad.
Y entonces?. ¿Eso quiere decir que usted debe tirar a la basura el billete ganador de la lotería?. No lo creo!
He aquí el secreto: No se trata de la cantidad de dinero que tenga o logre acumular. Si no, se trata más bien de cómo lo gasta.
Elizabeth Dunn y Michael Norton explican los detalles en su libro: Dinero feliz – La ciencia de gastar el dinero inteligentemente.
Considere estos puntos:
- ¿Por qué la gente quiere tener más dinero?.
- ¿Acaso es porque estamos obsesionados por coleccionar papeles rectangulares con presidentes muertos, figuras políticas u otros líderes nacionales impresos sobre ellos?. Por supuesto que no!
En realidad es porque alcanzamos a imaginar que podemos obtener algo que queremos, a cambio de ese pedazo de papel.
¿Y qué es lo que todos queremos, en última instancia? – Pues la Felicidad.
Entonces es sorprendente, que la ciencia de gastar el dinero inteligentemente hace todo un nuevo enfoque de pensamiento para comprender la relación que hay entre el dinero y la felicidad.
Olvídese de la lucha por acumular más y más dinero; y cambie su enfoque por empezar a pensar en gastar el dinero de una manera diferente.
Estas son, las 5 maneras en que el dinero puede comprar la felicidad y desarrolle su mentalidad hacia la búsqueda de formas más inteligentes de gastar su dinero:
1. Compre experiencias, no cosas
Las personas que invierten más su dinero en actividades de ocio, obtienen significativamente mayor satisfacción en sus vidas.
La compra de actividades de ocio incluyen cosas como viajes, restaurantes, películas, entradas a museos, eventos deportivos, espectáculos en vivo, casinos, discotecas, pasatiempos y otras experiencias placenteras.
De hecho, cuando se realizó una investigación sobre qué tipos de gastos están más ligados a la felicidad, sólo una categoría en el gasto parece importar: La Diversión.
2. Convierta pequeños detalles en Autorecompensas
Los seres humanos somos muy complejos. Ya es normal que cuando algo bueno se hace con demasiada frecuencia, se va haciendo cada vez, menos bueno.
También pasa que, cuando algo maravilloso es muy abundante, la gente tiende cada vez a apreciarlo menos.
Pero nosotros deberíamos actuar al contrario, y buscar recompensas en cosas especiales que suceden de vez en cuando, en lugar de ver todo como cosas cotidianas sin importancia, que suceden a diario.
Y no estoy hablando de la negación total. Quienes dicen que aman un café en la mañana, por ejemplo, y lo han convertido en una cosa de todos los días.
Lo más probable es que ya no disfruten tanto de ese café, como lo hacían al principio.
Los estudios sugieren que quienes se dedican a hacer algo especial, de vez en cuando, en lugar de todos los días, pueden transformar un simple café en una experiencia inolvidable.
3. El dinero puede comprar la felicidad, si usted compra un poco de tiempo y es feliz con esa compra
Externalice aquellas tareas que odia hacer y libere un poco de tiempo para que pueda disfrutar algo diferente.
Odia lavar los baños de su casa?. Contrate a alguien para que venga en forma periódica y aproveche para sacar su lista de tareas pendientes.
Y entonces, dedique ese tiempo que antes gastaba limpiando la casa, haciendo algo que le gusta hacer, pero que antes no le quedaba tiempo para desarrollarlo Ese sí que es un gasto inteligente!.
Concéntrese en el tiempo, no en el dinero.
Cambiar sus decisiones basadas en el dinero o en la falta de éste, por decisiones basadas en algo que puede controlar más fácilmente como su tiempo, ciertamente puede transformar su vida de manera radical.
Pensar en el tiempo, en vez de pensar en el dinero, promueve una mentalidad diferente.
Porque las decisiones acerca del tiempo están profundamente conectadas con nuestro sentido del yo.
Mientras que las opciones que giran en torno al dinero tienden a ser más racionales y distantes ya que dependen de circunstancias externas.
Pensar en términos de tiempo nos libera para dar más prioridad a la felicidad y a las relaciones con los demás.
4. Pague ahora, consuma más tarde
Las tarjetas de crédito y la tecnología de hoy en día, hace que cada vez sea más fácil consumir algo ahora y pagarlo más tarde.
Pero la ciencia de gastar el dinero inteligentemente, sugiere que el dinero puede comprar la felicidad cuando hacemos justamente lo contrario.
Cuando se demora el consumo, ganamos el placer de la anticipación.
Los investigadores encontraron que la mayoría de las personas sienten más felicidad con sus vacaciones, incluso antes de que éstas se produzcan.
Y no sólo eso, sino que cuando se paga por algo de inmediato, la gente es menos propensa a gastar en exceso, lo que a su vez, conduce a una disminución de sus deudas.
Lo que es uno de los factores que más inciden en el aumento de los niveles de felicidad.
5. Invierta en los demás
Gastar su dinero en otras personas puede aumentar su felicidad, incluso más, que si lo gasta en usted mismo (a).
Tanto si se trata de comprar una bufanda para su mamá, si hace una donación para salvar la vida de alguien o costea el tratamiento médico de un amigo.
Invertir su dinero en otros nos enseña que el dinero puede comprar la felicidad. Además le ayudará a sentirse más saludable, feliz y más adinerado también.
Ahora que ya sabe estos 5 consejos sobre cómo gastar su dinero para aumentar su felicidad, con seguridad ya estará pensando en nuevas formas de ser más útil para la sociedad.
Ser más positivo, reducir el estrés, aprovechar mejor el tiempo y disfrutar de la vida un poco más, ¿ no es cierto?
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Por Cynthia Rose.