Cuando nuestros deseos son profundos, cuando queremos algo con mucha fuerza, y cuando queremos que nuestras esperanzas y sueños se hagan realidad… ¿qué es lo que solemos hacer?
Nos lo guardamos para nosotros mismos? o dejamos que el todo el mundo lo sepa?
Mi mamá siempre decía: Si tienes planes, guárdalos para ti.
Que quede entre tú y Dios primero, y cuando se lleguen a realizar, ahí sí, grítalo al mundo entero!
He seguido esa regla de desde entonces.
Pero en realidad, ¿qué hay de malo con contarle a todo el mundo nuestros planes, metas y sueños?
Aquí pensando en voz alta, ¿acaso es porque creemos que si dejamos que la gente conozca nuestras metas y planes, que nos da miedo que no se hagan realidad?
Es acaso el miedo a las personas con vibraciones negativas?
El miedo a que la gente sabotee nuestros planes?
O el miedo a que la gente nos pueda quitar nuestro «poder«?
O se trata más bien de un miedo interno?
El temor a que si los planes que compartimos con otros no se realizan, la gente se ría a nuestras espaldas? y nos etiqueten como fracasados?
O tal vez porque al no callarnos las cosas, disminuimos su impacto en nosotros y nos volvemos menos motivados para hacerlo realidad?
Pero, pensándolo bien, a quién le importa si la gente sabe de nuestras pasiones, los deseos de nuestro corazón y nuestros sueños más preciados?
A quién le importa si el mundo entero conoce nuestros deseos y esperanzas?
Si se ríen, no nos tiene por qué preocupar, o sí?
Pueden reírse todo lo que quieran, es su problema, a quién le importa después de todo?
Estoy seguro de que muchos de ellos quieren lograr lo mismo.
Y tal vez, tienen esa energía negativa que los hace alejarse de sus propios sueños.
Cuando las personas tienen plena confianza en sí mismos, comparten sus sueños, sueños como:
- Tener una casa o un auto de lujo
- Tener una buena salud o ser sexy
- Ganarse la lotería
- Conseguir una Visa y viajar por el mundo
- Ser independiente, abrir un negocio propio o iniciar una empresa
- Tener un marido o una esposa e hijos
- Llegar a ser rico y famoso
- Convertirse en una súper estrella
- Tener una vida familiar feliz
- Ayudar a las personas
Empecemos hoy mismo! Empiece por bendecir esos Sueños y Deseos, orando para que se hagan realidad, seamos generosos con nuestros pensamientos y entreguémonos a ellos, tratando siempre de ser amables, enviándoles toda nuestra energía positiva.
No tenemos por qué ocultar nuestros sueños, ni sentir miedo por compartirlos, porque fue Dios quien plantó esos sueños dentro de nosotros, y tenemos que respetar eso.
Hagamos la diferencia.
En un mundo lleno de negatividad, odio, y drama, aún podemos, aportar nuestro grano de arena, y encender una luz de esperanza.
Seamos un ejemplo para aquellos que no creen ni en sus propios sueños o se burlan de los de los demás.
Sigo creyendo en que no debemos hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros.
Pero… Hagamos nuestros sueños realidad!
Por Maria Gemma Hilotin